Colegio Concepción de Linares, formando ciudadanos de espíritu libre, tolerantes y fraternos.

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Declaración de Arica sobre el Cambio Climático

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Los Grandes Maestros de las Grandes Logias, reunidos en Arica, Chile, con motivo de la Fiesta de Confraternidad 2019 y, de modo especial, para analizar fraternalmente los desafíos de acción masónica inmediata, declaramos:

La Masonería, como institución ética y filosófica, que entiende que la emancipación del ser humano sólo es posible a través de la conciencia de sí mismo y de su entorno, vive con creciente preocupación las consecuencias del cambio climático. Año tras año, el clima se ha tornado más agresivo en distintas partes del globo y ya se observan claramente las consecuencias de ello, con la desaparición cotidiana de especies o poniendo en peligro la existencia de otras, a raíz de las alteraciones producidas en su entorno natural. A ello se agrega el costo humano y social que tiene el deterioro del medio ambiente sobre los sectores más vulnerables o sobre aquellas comunidades o países de frágiles recursos.

De no modificarse drástica y rápidamente las tendencias actuales, el calentamiento global terminará por tener graves consecuencias para la raza humana, así como para todas las especies animales y vegetales que nos rodean. Son infinitos los análisis científicos que determinan que este proceso es, esencialmente, producto de la acción humana que, llevada por un consumismo desenfrenado, no comprende a cabalidad el impacto que ella genera sobre la Naturaleza.

Ningún esfuerzo individual, comunitario o nacional, por muy profundo que sea, es suficiente para enfrentar esta amenaza de proporciones aún inconmensurables. Sólo es posible hacerlo, si todos comprendemos el imperativo de trabajar colectivamente, adoptando políticas y decisiones dirigidas a modificar las causas últimas de este proceso. En particular, una rápida transición de los sistemas de generación de energía y de producción y transporte basados en el uso intensivo del carbón o de hidrocarburos fósiles y en el abandono de prácticas productivas, incluso en el sector agrícola, con serias consecuencias medioambientales.

En este contexto no podemos dejar de expresar nuestra profunda preocupación por los incendios que están arrasando a buena parte de la Amazonia, en Brasil, Bolivia y Paraguay, pero que afectan al conjunto de los países de la región. Más allá de su valor como fuente de diversidad biológica y como uno de los mayores recursos de agua dulce del Planeta, la Amazonia es su pulmón. Es responsabilidad de los Gobiernos de nuestros países poner límites a prácticas tan dañinas como la quema o la deforestación incontrolada, pero es responsabilidad de toda la Comunidad Internacional advertir y sancionar una falta de control que afecta al conjunto de la Humanidad. El ejercicio de la soberanía es también una responsabilidad.

Por ello, hacemos un llamado a los líderes políticos, empresariales y sociales de todo el planeta, pero en particular a los de las grandes potencias económicas, industriales y tecnológicas, para que actúen con un criterio humanista y universal, con miras a aprobar las medidas necesarias para asegurar la transición hacia economías resilientes y bajas en consumo de carbono, como lo señala el Acuerdo de París. En este contexto, les pedimos que tengan en cuenta las recientes conclusiones y recomendaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (IPCC).

La celebración de la XXV Conferencia sobre Cambio climático de la ONU (COP 25) entre el 2 y el 13 de diciembre de este año, en la ciudad de Santiago de Chile, constituye la oportunidad definitiva para establecer una estrategia mundial eficiente que permita evitar a tiempo, que el aumento de temperatura media tenga para la Humanidad y todas las especies vivas, consecuencias mucho más graves -y quizás irreversibles- que las que ya estamos conociendo. Se trata por cierto de adoptar medidas que tendrán elevados costos y que exigirán cambios importantes en el plano de la producción e incluso de la vida cotidiana, que plantearán una vez más el problema de la distribución de los costos de las medidas a tomar, en el plano nacional y en el internacional, pero que también pueden constituirse en resortes de un mayor bienestar material y espiritual para la Humanidad, generando un bienestar mejor distribuido y sustentable para las futuras generaciones.

Finalmente, los Grandes Maestros firmantes hacemos un particular llamado a todos los hombres y mujeres de nuestro Continente, para que asuman en su conducta cotidiana, un compromiso consciente con el medioambiente, asimilando a nuestro entorno como una extensión de nuestra propia existencia y siguiendo en consecuencia, las conductas y, acciones necesarias para protegerlo y mejorarlo. Por nuestra parte, no dejaremos de trabajar para que todos los masones del Continente tomen conciencia de este llamado y sean ejemplo de aquello que pregonamos con sus propias conductas, basadas en la sobriedad, el respeto por los demás y por la Naturaleza. Todos debemos asumir
que no tendremos muchas oportunidades más de salvar a nuestro Planeta, la única morada que nos acoge en el fenómeno de la vida, del cual somos parte en la biodiversidad.

Ángel Jorge Clavero, Gran Maestro de la Gran Logia de Argentina de Libres y Aceptados Masones

José Crespo Bonadona, Gran Maestro de la Gran Logia de Bolivia

Sebastián Jans, Gran Maestro de la Gran Logia de Chile

Mario Infante S, Gran Maestro de la Gran Logia del Perú